Lionsgate apuesta por la IA, ¿el fin de la creatividad humana en Hollywood?
Septiembre 23, 2024
La industria cinematográfica recibió un golpe inesperado cuando Lionsgate anunció su asociación con la empresa de inteligencia artificial Runway para entrenar un nuevo modelo de IA basado en el archivo de películas y series del estudio. La idea es utilizar esta tecnología para generar “contenido cinemático”, lo que ha generado un debate sobre el impacto que esto tendrá en el futuro de la creatividad y el empleo en Hollywood.
Este acuerdo se da en un momento donde la inteligencia artificial ya es un tema controvertido en la industria. La Writers Guild of America (WGA) se declaró en huelga en 2023 precisamente por la preocupación de que la IA reemplazara a los guionistas en la redacción de guiones. El temor es que herramientas como Runway terminen desplazando a actores, directores y escritores, reemplazándolos por algoritmos que generen contenido a partir de su trabajo anterior.
El dilema ético esta bajo: ¿de quién es la creatividad?
El hecho de que Lionsgate esté utilizando contenido previamente creado para entrenar sus modelos de IA plantea preguntas éticas sobre los derechos de autor y la propiedad intelectual. ¿Es justo que las interpretaciones y creaciones de artistas sean reutilizadas para alimentar una inteligencia artificial que podría terminar reemplazándolos? ¿Qué implica que el legado de actores fallecidos sea manipulado por una máquina sin su consentimiento?
Estos dilemas no son nuevos, pero se vuelven más urgentes a medida que avanzan las capacidades de la inteligencia artificial. Lionsgate intenta posicionar esta iniciativa como una forma de “empoderar” a los creativos, pero el temor es que las máquinas simplemente repitan patrones y estilos preexistentes, diluyendo el elemento humano que hace que las películas sean tan únicas y emocionantes.
¿El fin de la interpretación humana?
A pesar de las aparentes ventajas de la inteligencia artificial en la producción de contenido, es crucial recordar que el verdadero valor del cine radica en la experiencia y las sensaciones humanas. El cine es un arte basado en sueños, aspiraciones y fantasías que nacen en la mente de un ser humano. Es en esa capacidad de interpretación, en las emociones y vivencias personales que los artistas vierten en su trabajo, donde reside el verdadero poder del cine. Pretender que una IA pueda recrear esos matices de manera genuina es algo que, al menos por ahora, parece inalcanzable.
La IA puede ser una herramienta útil para agilizar procesos o generar contenido basado en patrones previos, pero ese contenido no sería “nuevo” en el sentido más puro. Se trata de una recopilación, una reinterpretación de lo que ya existe, no la creación de algo completamente innovador. El peligro de depender demasiado de estas tecnologías radica en la posible pérdida de esa chispa creativa que solo surge de la mente y el alma humanas.
¿Aliada o enemiga de la industria cinematográfica?
Los próximos meses serán críticos para la industria del cine. Ya hemos visto cómo la tecnología ha transformado otros sectores, y Hollywood podría no ser la excepción. El éxito o fracaso de esta asociación podría definir si la IA se convierte en una herramienta que colabora con la creatividad humana o si, por el contrario, termina reemplazándola. Lo que queda claro es que la narrativa y el arte cinematográfico están en una encrucijada, y el desenlace de este experimento con Lionsgate y Runway nos dará pistas sobre hacia dónde se dirige el futuro del entretenimiento.
Es importante considerar que, aunque la IA puede facilitar la producción de contenido, la creación cinematográfica no es simplemente una cuestión de eficiencia. Los grandes directores, guionistas y actores no se limitan a seguir fórmulas preestablecidas; ellos rompen moldes, desafían expectativas y, en última instancia, ofrecen al público una nueva perspectiva sobre la vida. La IA puede recopilar datos, pero es muy difícil que logre generar una obra auténticamente disruptiva, precisamente porque carece de la capacidad de soñar o de sentir. Si bien es cierto que algunas posiciones podrían verse afectadas, es improbable que la IA logre capturar la esencia del cine como un arte que refleja lo más profundo del ser humano.