Marketing Infantil en la Era Digital ¿Cómo las marcas pueden conectar con los pequeños sin perder la ética?

En el mundo actual, los niños se han convertido en un público extremadamente importante para las marcas. No solo influyen en las decisiones de compra de sus padres, sino que además, gracias a su acceso a la tecnología, se han convertido en consumidores autónomos con gustos y preferencias propios. Y si algo está claro, es que conquistar a este público no es tarea fácil. Así que, marcas, ¡es hora de ponerse las pilas!
 

Los niños hoy: inteligentes, críticos y conectados

 
Los niños de hoy en día no son los mismos que hace una década. La madurez y la precocidad se han vuelto características clave: adoptan comportamientos de adolescentes cada vez a edades más tempranas, están expuestos a una cantidad masiva de información a través de plataformas digitales y están siempre conectados. Esto los convierte en consumidores más informados y también más críticos. La publicidad tradicional no les interesa, y no dudan en cambiar de marca si sienten que no encuentran lo que buscan. ¿Lo más desafiante? Los niños de hoy no tienen fidelidad a una marca; les gusta explorar, probar cosas nuevas y tomar decisiones por ellos mismos.

Miguel González-Durán Muñoz, experto en marketing infantil, explica en su artículo “Marketing Infantil: Lo que las marcas deben tener en cuenta hoy en día” algunos aspectos fundamentales que toda marca debería considerar si desea conectar con los pequeños de manera efectiva y responsable. El desafío, según él, es que las marcas no solo deben estar donde están los niños, sino también deben estar preparadas para abordar sus complejas expectativas.
 

Adaptarse a los nuevos canales de consumo

 
Los niños se desenvuelven como peces en el agua en plataformas como TikTok, Instagram, Roblox o YouTube. Estas son sus principales fuentes de entretenimiento y también sus ventanas al mundo. Si las marcas no están presentes en estas plataformas, entonces sencillamente no existen para ellos. Pero no basta con estar: el contenido debe ser auténtico, creativo y adaptado a sus intereses. Los anuncios rápidos y llamativos funcionan mejor que los comerciales largos y tradicionales.
 

La responsabilidad de las marcas, ir más allá del producto

 
En lugar de centrarse exclusivamente en vender productos, las marcas tienen la oportunidad de crear una conexión real y emocional con los niños. Según González-Durán, es vital transmitir valores positivos, ofrecer experiencias memorables y dejar huella. ¿Cómo se hace esto? Involucrando a los niños en el proceso creativo, haciéndolos sentir importantes. Cuando se sienten parte de algo, cuando son ellos los protagonistas, la experiencia se vuelve más significativa y la marca más memorable.
 

El factor aspiracional y el contexto escolar

 
Los niños siempre quieren sentirse mayores. Aprovechar este factor aspiracional es una estrategia clave para las marcas: crear productos y experiencias que les permitan sentir que están creciendo y avanzando hacia una etapa más adulta. Sin embargo, el marketing también debe ser consciente y responsable. En lugar de enfocarse solo en vender, las marcas pueden y deben buscar alianzas que aporten algo más. Un gran ejemplo es colaborar en el ámbito escolar con programas educativos sobre seguridad vial, inclusión o consumo responsable. Así, no solo se gana la confianza de los niños, sino también la de sus padres y maestros.
 

El lado oscuro del marketing infantil en plataformas digitales

 
Claro que no todo es positivo. A pesar de las buenas intenciones de muchas marcas, los riesgos son reales. Los niños siguen siendo una audiencia vulnerable, y las plataformas digitales no siempre cumplen su rol de protegerlos. Un informe de Hindenburg Research, por ejemplo, acusa a Roblox de inflar sus métricas y de no proteger adecuadamente a los menores del contenido violento o inapropiado. La empresa ha negado estas acusaciones, pero la sombra de la duda persiste.

Por otro lado, TikTok e Instagram están bajo el ojo crítico de la Unión Europea por los riesgos de adicción entre los menores y el impacto de sus algoritmos, que parecen explotar la debilidad de los niños para mantenerlos enganchados. ¿La respuesta de las plataformas? Aún insuficiente.
 

Cómo ser parte de la solución, responsabilidad compartida

 
Las marcas tienen la responsabilidad de crear comunicaciones responsables y de proteger a los menores, pero no pueden hacerlo solas. Las plataformas también deben tomar medidas serias y efectivas para proteger a los niños de los riesgos inherentes a la era digital. Necesitamos un entorno en el que tanto las marcas como las tecnologías colaboren en beneficio del público infantil.

La ética en el marketing infantil no es una opción; es un imperativo. El futuro de este tipo de marketing dependerá de la capacidad de las marcas y plataformas para trabajar juntas en el desarrollo de un entorno seguro y enriquecedor para los niños. No se trata solo de captar la atención por unos segundos, sino de construir relaciones a largo plazo basadas en la confianza, la transparencia y la responsabilidad.