Amazon enfrenta fuga de contratistas de entrega: lo que revela sobre la fragilidad de su red logística
Octubre 20, 2025
Amazon enfrenta una ola de contratistas que abandonan su red de entregas por beneficios en caída y costos en aumento. Analizamos las causas, riesgos y lo que esto significa para el futuro del e-commerce.
Amazon y su talón de Aquiles: la última milla bajo presión
Según Bloomberg, varios contratistas del programa Delivery Service Partner (DSP) de Amazon están abandonando la red de reparto tras ver cómo sus beneficios caen y sus costos operativos se disparan. Combustible, seguros, mantenimiento y salarios suben, pero los pagos por ruta no acompañan el mismo ritmo.
En palabras de un exoperador citado por Bloomberg, “lo que hace unos años era un negocio rentable ahora apenas cubre los gastos”. La ecuación es clara: más paquetes, más exigencias, pero menos margen.
Un modelo de éxito que empieza a tensarse
Amazon construyó su infraestructura de entregas apoyándose en miles de contratistas independientes que operan furgonetas con su marca.
Este modelo le permitió acelerar Prime Delivery y controlar costos, pero ahora se enfrenta a un dilema:
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Si los contratistas se van, la capacidad de entrega cae.
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Si los retiene subiendo tarifas, los costos logísticos aumentan y presionan sus márgenes.
La empresa ha invertido miles de millones en centros logísticos y flota propia, pero la última milla sigue siendo su parte más vulnerable.
Por qué los contratistas están diciendo basta
Los operadores consultados por Bloomberg y CNBC mencionan tres factores principales:
1. Costos operativos que ya no son sostenibles
El combustible y mantenimiento se han disparado, mientras que las tarifas de entrega por ruta permanecen planas.
2. Exigencias extremas de rendimiento
Los conductores deben cumplir métricas de tiempo y satisfacción cada vez más estrictas, con poco margen para errores o imprevistos.
3. Falta de equilibrio contractual
Al ser contratistas, asumen todos los riesgos, accidentes, flota, rotación de personal, sin la seguridad de un flujo de ingresos estable.
¿Qué significa para Amazon (y para el resto del e-commerce)?
Impacto directo en Amazon
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Riesgo de retrasos en las entregas Prime, el mayor diferencial competitivo de la compañía.
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Aumento de costos si debe ofrecer incentivos o renegociar contratos para retener flotas.
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Pérdida de confianza operativa si el ecosistema DSP deja de ser atractivo para nuevos contratistas.
Impacto en marcas y vendedores
Las empresas que dependen de Amazon Logistics podrían enfrentar retrasos o sobrecostos. En e-commerce, la experiencia de entrega es parte del producto. Si falla, el daño reputacional recae también sobre las marcas.
Impacto en la industria
El modelo de entrega tercerizada está siendo cuestionado. Plataformas como FedEx Ground o DoorDash observan de cerca el caso Amazon, mientras crecen los llamados a mejorar condiciones y márgenes.
El dilema del futuro: eficiencia vs. sostenibilidad
Amazon ha sido un ejemplo mundial de eficiencia operativa, pero esta crisis muestra su punto débil: depender de contratistas en un entorno de inflación persistente y competencia intensa.
A corto plazo, la compañía podría optar por:
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Ajustar tarifas por ruta.
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Automatizar más etapas con IA y robots de reparto.
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Apostar por vehículos eléctricos para reducir costos de combustible.
Pero el fondo del problema es cultural y económico: ¿es sostenible un sistema que presiona tanto los márgenes de quienes lo sostienen?
Lecciones para marcas y negocios digitales
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Diversifica tu logística. No pongas toda la distribución en manos de un único operador.
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Monitorea indicadores de cumplimiento. Si las entregas se retrasan, busca alternativas antes de que afecte la reputación de tu marca.
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Evalúa el costo real del servicio. Lo barato puede salir caro si impacta la satisfacción del cliente.
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Piensa en sostenibilidad operativa. Las relaciones de largo plazo requieren márgenes justos, no solo eficiencia inmediata.
La salida de contratistas de entrega de Amazon no es solo una noticia operativa, sino un síntoma del modelo de logística exprés llevado al límite. En un mercado donde el consumidor exige inmediatez y las empresas buscan rentabilidad, el equilibrio se vuelve cada vez más frágil.
Amazon deberá reevaluar cómo sostiene su red de última milla si quiere mantener su promesa de entrega rápida sin sacrificar la salud financiera de sus socios.
Y para las marcas, la lección es clara: el futuro del e-commerce no dependerá solo de quién venda más rápido, sino de quién logre entregar mejor, de forma justa y sostenible.



