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Apple bajo investigación en Francia: las grabaciones de Siri reabren el debate sobre la privacidad digital

Octubre 6, 2025

Apple bajo investigación en Francia: las grabaciones de Siri reabren el debate sobre la privacidad digital

La privacidad vuelve al centro de la escena tecnológica

 

Apple enfrenta una nueva investigación en Francia por presunto uso indebido de grabaciones de voz realizadas por su asistente virtual, Siri, sin consentimiento de los usuarios.
Según Bloomberg y Reuters, la Fiscalía de París abrió una investigación tras recibir una denuncia respaldada por la Ligue des droits de l’Homme (LDH), que acusa a la compañía de vulnerar el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) europeo.

El caso, que involucra supuestas grabaciones accidentales y revisión humana de audios, no solo cuestiona el modelo de privacidad de Apple, sino que reabre un debate global: ¿hasta qué punto los asistentes de voz escuchan más de lo que deberían?

 

Los hechos: Siri en el centro de una investigación judicial

 

La investigación francesa se centra en cómo y cuándo Siri graba interacciones de voz.
De acuerdo con la denuncia, el asistente podría haber registrado fragmentos de conversaciones sin activación voluntaria y sin un consentimiento claro.

Exempleados que participaron en el programa de mejora de Siri como Thomas Le Bonniec, quien trabajó para un contratista de Apple en Irlanda, afirmaron haber escuchado conversaciones privadas y sensibles mientras realizaban tareas de etiquetado de datos, según reportó TechRadar.

Las autoridades buscan determinar si Apple almacenó, procesó o utilizó esas grabaciones con fines distintos a los declarados, lo que constituiría una violación directa al RGPD.

Apple respondió que las grabaciones de Siri se conservan solo cuando el usuario lo autoriza explícitamente y que desde 2019 redujo el uso de revisión humana, fortaleciendo sus políticas de anonimización.

 

Un problema que trasciende fronteras

 

El caso francés no es aislado. En enero de 2025, Apple acordó pagar 95 millones de dólares en Estados Unidos para resolver una demanda colectiva en California, donde se alegaba que Siri grababa conversaciones privadas sin consentimiento.
Según The Guardian, la compañía negó haber utilizado esos datos para publicidad, pero aceptó mejorar la transparencia en su política de recolección de voz.

A la par, medios como Le Monde y Reuters señalan que esta nueva denuncia podría derivar en una multa millonaria en Europa, similar a las impuestas a Meta y Google por fallos en materia de protección de datos.

Lo que está en juego no es solo el cumplimiento del RGPD, sino la reputación de una marca que ha hecho de la privacidad su principal promesa comercial.

 


 

Asistentes de voz: la frontera difusa entre utilidad y vigilancia

 

Los asistentes virtuales: Siri, Alexa, Google Assistant, forman parte del día a día de millones de personas. Pero detrás de la comodidad de un comando de voz, hay un sistema complejo que procesa, transcribe y entrena modelos de inteligencia artificial con los datos del usuario.

Un estudio de ArXiv (2024) advirtió que los asistentes pueden inferir información sensible del tono, ritmo y contexto de la voz, incluso sin una interacción directa.
Otro informe de la European Data Protection Board subraya que el consentimiento en estos sistemas debe ser “informado, explícito y reversible”, algo que muchos usuarios no ejercen plenamente.

En ese sentido, el caso de Apple refleja un dilema ético y regulatorio que afecta a toda la industria:

¿Cómo equilibrar la mejora continua de la inteligencia artificial con el derecho fundamental a la privacidad?

 

Implicaciones para Apple y para el ecosistema tecnológico

 

 

Qué significa esto para los usuarios y para el futuro de la privacidad digital

 

El caso Siri ilustra que incluso las compañías que se presentan como defensoras de la privacidad enfrentan tensiones entre innovación y control de datos.
Para los usuarios, la lección es clara: cada comando de voz, cada interacción con un asistente, deja una huella.

Recomendaciones clave:

  • Revisar los permisos de micrófono y las configuraciones de Siri o cualquier otro asistente.

  • Desactivar la opción de “mejorar reconocimiento de voz” si no se desea que las grabaciones sean analizadas.

  • Solicitar la eliminación de datos mediante los canales de privacidad habilitados por Apple.

  • Exigir políticas más transparentes y auditables en servicios digitales.

 

Una llamada de atención para toda la industria

 

La investigación a Apple en Francia marca un punto de inflexión: la promesa de “privacidad por diseño” no basta si los procesos internos no garantizan un control total sobre los datos de voz.
A medida que la inteligencia artificial y los asistentes digitales ganan protagonismo, la confianza se convierte en la nueva ventaja competitiva.

Las marcas tecnológicas deberán demostrar que pueden innovar sin invadir la intimidad de sus usuarios.
Y los usuarios, por su parte, tendrán que entender que la privacidad no se protege con un clic, sino con conciencia y exigencia.