Automatización e IA: grandes aliadas del marketing, pero el contexto sigue siendo humano
Junio 27, 2025
En 2025, hablar de marketing sin hablar de automatización es impensable. Desde campañas de email hasta segmentación de audiencias y análisis de datos, la inteligencia artificial (IA) ha transformado la manera en que trabajamos. Pero en medio del entusiasmo por la eficiencia, surge una pregunta clave: ¿estamos dejando demasiado en manos de las máquinas?
Porque aunque la IA ha dado pasos agigantados, hay algo que sigue siendo exclusivamente humano: el entendimiento del contexto, la empatía y la estrategia. Automatizar sí, pero con cabeza.
El poder de la automatización: por qué todos la están usando
Los beneficios son claros. Según Salesforce, el 76% de los equipos de marketing ya utilizan algún tipo de automatización. Y según HubSpot, los marketers que usan automatización experimentan un aumento del 451% en los leads calificados.
Lo que permite la automatización basada en IA:
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Activar campañas personalizadas a escala.
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Detectar patrones de comportamiento en tiempo real.
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Enviar mensajes en el momento exacto del journey.
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Ahorrar cientos de horas en tareas repetitivas.
Herramientas como ActiveCampaign, Marketo, Customer.io o HubSpot han hecho posible lo que hace unos años era impensable: campañas personalizadas para miles de personas… gestionadas por un equipo que no debe ser inmenso.
El problema: la IA todavía no entiende el contexto como un humano
Aquí es donde aparece el límite. Porque si bien la IA predice, analiza y automatiza, aún tropieza con lo más humano: el contexto.
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No distingue sarcasmos o dobles sentidos en una campaña.
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No capta tensiones culturales o momentos sensibles para ciertas audiencias.
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No puede improvisar cuando algo se sale del guion.
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Y aunque conversa, aún no dialoga con matices.
Según un estudio de Forrester, el 65% de los consumidores considera que los mensajes automatizados “carecen de empatía y parecen genéricos”. Y en un mundo donde la autenticidad es clave para conectar, esto puede ser un riesgo.
Automatización +humanización = la fórmula ganadora
La automatización es una herramienta. Potente, sí. Pero necesita dirección.
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Los expertos en marketing son quienes definen qué vale la pena automatizar.
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Son quienes interpretan los datos para entender por qué algo funciona.
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Y quienes ajustan el tono, el momento y la intención para que la comunicación no solo sea eficiente, sino también significativa.
En otras palabras: automatizar sin expertos es como tener un auto sin volante. Mucha potencia, pero sin dirección.
Conclusión: las máquinas hacen el trabajo pesado, pero la estrategia sigue siendo humana
La inteligencia artificial y la automatización están cambiando el marketing para siempre. Eso ya no está en discusión. Pero su verdadero potencial se libera cuando están al servicio de una visión estratégica humana, que entiende al cliente más allá del dato, que ve patrones pero también excepciones, y que sabe que una buena campaña no solo se mide en clics, sino en conexión.
La tecnología escala. El humano da sentido. Y ese equilibrio será la ventaja competitiva de quienes quieran destacarse en un ecosistema cada vez más automatizado, pero también más humano.



