ChatGPT, el negocio estrella de OpenAI: ingresos, proyecciones y por qué todos quieren invertir
Marzo 31, 2025

Cuando creíamos haberlo visto todo en el mundo tech, llega OpenAI y nos demuestra que la inteligencia artificial no solo escribe poemas, responde correos o genera código… también imprime billetes. Muchos. ChatGPT, ese asistente que empezó como una curiosidad de sobremesa, se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos del momento. Tanto así, que ya lo llaman (sin exagerar) “la gallina de los huevos de oro” de la era digital.
De startup soñadora a máquina de hacer dinero
En 2023, OpenAI ya se estaba forrando. Cerró el año con ingresos anualizados de 2.000 millones de dólares. Nada mal para una empresa que, unos años atrás, era conocida solo en círculos tech. Pero lo que viene ahora es lo verdaderamente loco: en 2024 proyectan llegar a los 5.000 millones, y si nada se tuerce (spoiler: todo indica que no), en 2025 se espera que tripliquen esa cifra y superen los 12.000 millones.
Sí, leíste bien. Triplicar. En un solo año. Con una herramienta que mucha gente aún cree que “solo sirve para hacer tareas”.
¿Y cómo lo están logrando?
La respuesta es simple: ChatGPT se metió en todos lados. Empresas de atención al cliente lo usan para responder más rápido. En escuelas y universidades ya es ese “compañero silencioso” que ayuda a estudiar o a escribir ensayos. Los programadores lo adoran porque les ahorra tiempo y líneas de código. Y en marketing, diseño o redacción… bueno, ya sabes: donde haya palabras, ChatGPT mete cuchara.
Esa utilidad masiva se traduce en suscripciones (como las de ChatGPT Plus), contratos con empresas, licencias para usar sus modelos y colaboraciones de alto nivel (hola, Microsoft). Y mientras más lo usamos, más aprende. Y mientras más aprende, más vale.
Inversiones que no paran (y una valoración que da vértigo)
Con tanto movimiento, era cuestión de tiempo para que los inversores entraran en modo FOMO. OpenAI ya cerró rondas millonarias (una de 6.600 millones en 2024) y está a punto de levantar 40.000 millones más, esta vez con SoftBank al volante. Si se concreta, la empresa podría valer nada menos que 300.000 millones de dólares.
Sí, con esa cifra ya compite con los grandes. Y pensar que empezó como un laboratorio de IA con visión ética y fines no tan comerciales…
Pero no todo es oro (todavía)
Claro, hay letra pequeña. Aunque los ingresos van como cohete, OpenAI no espera tener flujo de caja positivo hasta 2029. ¿Por qué? Porque esto de hacer IA potente no es barato. Requiere centros de datos gigantes, chips de última generación (esos que Nvidia vende como pan caliente) y talento que no se encuentra en cualquier lado.
Eso sí, si las proyecciones no fallan, en 2029 podrían estar facturando más de 125.000 millones al año. Ahí sí que les va a sobrar para pagar la fiesta.
¿Qué significa todo esto?
Significa que la IA dejó de ser una promesa lejana y se convirtió en una industria real, rentable y expansiva. ChatGPT es solo la punta del iceberg. Detrás vienen asistentes para empresas, herramientas creativas, soluciones médicas y un largo etcétera que apenas estamos empezando a descubrir.
OpenAI no solo está cambiando cómo trabajamos o aprendemos. Está reescribiendo el manual de los negocios tech. Y lo está haciendo con un modelo de negocio que parece tener gasolina para rato.