GUESS, Vogue y la modelo creada con IA: ¿avance creativo o retroceso en diversidad?
Agosto 4, 2025
Una modelo espectacular, una portada llamativa y una alianza de alto nivel. Pero esta vez no se trataba de una supermodelo de carne y hueso, sino de Aitana López, una influencer generada por inteligencia artificial, protagonista de una reciente campaña de GUESS publicada por Vogue Italia.
El resultado: polémica, titulares, críticas y una conversación inevitable sobre los límites de la IA en la moda y los estándares de belleza.
En este análisis abordamos los pros y contras de esta acción, cuánto costó desarrollar a la modelo IA, lo que dijeron las marcas, y lo que este tipo de decisiones podría implicar para el futuro del contenido publicitario, la diversidad y la autenticidad.
¿Qué pasó entre GUESS, Vogue Italia y Aitana, la modelo de IA?
GUESS lanzó una campaña en colaboración con Vogue Italia con una protagonista muy particular: Aitana López, una influencer creada por la agencia The Clueless mediante inteligencia artificial generativa.
La campaña se publicó sin demasiadas aclaraciones iniciales sobre el origen artificial del personaje. Solo después de que el contenido se volviera viral en redes, el debate estalló: ¿estamos reemplazando a las modelos reales con figuras digitales perfectas?
¿Cuánto costó crear a Aitana?
Según cifras compartidas por The Clueless, el proceso de desarrollo y mantenimiento de Aitana —incluyendo diseño 3D, estilismo digital, fotografía generativa y gestión de redes— tiene un coste mensual aproximado de 1.000 euros.
Aunque la inversión inicial puede ser más alta, a mediano plazo representa una reducción significativa frente al coste de contratar a una modelo profesional para una campaña internacional, que puede oscilar entre 5.000 y 15.000 euros por sesión, sin contar desplazamientos, producción, agencia y licencias de uso de imagen.
Este factor económico es parte del atractivo: crear una modelo digital se vuelve más rentable y escalable para campañas globales.
¿Qué dijo GUESS tras la polémica?
Ante las críticas, GUESS explicó que se trataba de una colaboración experimental con fines creativos, no de una sustitución de modelos humanas. En palabras de la marca, el objetivo era “explorar las posibilidades narrativas y visuales que ofrece la inteligencia artificial”.
Sin embargo, no hubo mención explícita al coste ni a las implicaciones éticas, lo que generó aún más ruido entre profesionales del sector y consumidores.
Pros: ¿qué ventajas tiene el uso de modelos generadas por inteligencia artificial?
Control creativo total
No hay contratiempos de agenda ni conflictos contractuales. Las marcas controlan al 100% la narrativa visual.
Costos operativos más bajos
Tras la inversión inicial, mantener y actualizar a una modelo digital es considerablemente más barato que campañas tradicionales con equipos completos.
Escalabilidad y personalización
La IA permite adaptar rasgos, estilos y escenarios de forma instantánea, lo que acelera la producción de contenido para distintos mercados y públicos.
Contras: ¿por qué generó tanto rechazo esta campaña?
Estándares de belleza irreales
Aitana representa una belleza hiperestilizada, sin imperfecciones. Esto refuerza estereotipos físicos que distorsionan la percepción del cuerpo real, especialmente en audiencias jóvenes.
Invisibilización del cuerpo humano diverso
En un momento donde la industria de la moda promueve la inclusión, apostar por un avatar perfecto puede leerse como una contradicción.
Falta de conexión emocional
Las campañas más recordadas no son solo estéticas, sino humanas. Y las emociones genuinas aún no se pueden recrear con IA al mismo nivel.
¿Qué implica esto para la industria de la moda?
Este caso evidencia un dilema creciente: ¿puede la innovación tecnológica convivir con los valores de representación e inclusión?
El uso de modelos creadas con IA puede convertirse en herramienta creativa si se usa con transparencia, ética y equilibrio. Pero si se normaliza como sustituto, podría:
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Reducir oportunidades laborales en la industria creativa
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Homogeneizar los referentes visuales
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Desconectar a las marcas de las demandas sociales reales
El debate ya no es técnico, es cultural
La inteligencia artificial está revolucionando la moda, pero la pregunta no es “¿podemos hacerlo?” sino “¿debemos hacerlo así?”.
GUESS y Vogue Italia apostaron por la innovación, pero olvidaron la conversación cultural que esto exige. En una industria donde la belleza ya ha sido históricamente excluyente, cualquier decisión visual tiene peso político.
La tecnología debe sumar, no reemplazar lo humano.



